lunes, 21 de febrero de 2011

Origen del Grabado

La historia de las artes seriadas en Europa se remonta a principios del siglo VI, con las primeras impresiones sobre tejidos. Las primeras impresiones auténticas fueron las xilografías de exvotos budistas a mediados de siglo VIII, realizadas por los japoneses. 

Europa tuvo que esperar que la tecnología del papel llegará de Oriente a mediados del siglo XII siendo las primeras impresiones las barajas de cartas realizadas en Alemania en el siglo XV mediante la técnica de la xilografía. 
Unos años antes habían aparecido los primeros sellos y timbres reales en la corte de Enrique VIII de Inglaterra. El grabado a partir de una matriz metálica, se desarrolló décadas después de la xilografía, al principio su práctica estaba restringida a orfebres y armeros, pronto se convirtió en la forma preferida de reproducción seriada con resultados más refinados.

El primer grabado realizado en metal es “La flagelación”, de 1446 de autor anónimo. Fue en Alemania donde se desarrolló la técnica antes de pasar a Italia (Mantegna y Raimondi) y los Países Bajos (Lucas van Leyden). El máximo esplendor se consigue en manos de Alberto Durero en el siglo XVI. La técnica preferente en metal fue el buril. El aguafuerte surge como alternativa más rápida y con mayores posibilidades en el siglo XVIII.